Las joyas siempre están de moda. Nunca pasan de largo a través del tiempo. La venta de artículos como relojes, joyas de todo tipo u objetos asociados al sector, están viviendo un revival. El sector, experimentó en el año anterior, un crecimiento del siete por ciento. Síntoma de la buena salud de los negocios minoritas de joyería y relojería, son los datos arrojados por los analistas. Un incremento en las ventas, sobre todo en el canal online ha dado como resultado unos ingresos que se estiman en los mil seiscientos millones de euros.
Nuestros amigos de Joyería Lorena, forman parte de estos datos, como profesionales del sector y ratifican los mismos confirmando un crecimiento en sus ventas. Tratándose como se trata de un nicho de mercado que no decae y siempre se mantiene a flote, las asociaciones más representativas han elaborado una herramienta de análisis de la situación para identificar los posibles problemas y soluciones que puedan darse en el sector a medio y largo plazo.
Aunque el momento es bueno y el crecimiento, plausible, no conviene dormirse en los laureles y lo más acertado es tener en cuenta la realidad particular, estudiar las posibles alternativas y las consecuencias que puedan derivarse de las elecciones tomadas en la actualidad en el futuro.
Durante los últimos años, el sector ha venido experimentando un crecimiento que debe continuar en aumento. De ahí que los expertos en el mismo, hayan decido por primera vez, ponerse frente al espejo y llevar a cabo este análisis particular. Desgranando mediante un análisis DAFO, todas sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas a las que se enfrentan en la actualidad.
Afrontar los puntos débiles
Dentro del sector de la joyería, existe una excesiva atomización de asociaciones, haciendo desparecer las asociaciones de representación en gran parte del territorio con la finalidad de luchar en un mismo frente.
Otra de las debilidades que muestra el sector, es la ausencia de estadísticas fiables en las que basar sus datos.
La heterogeneidad y falta de especialización en cuestiones como los tipos de productos ofertados, la variedad de la clientela y la ubicación en la que se encuentra dentro de la cadena de valor, debilita su posición en el mercado.
Existe una evidente crisis en los modelos de venta y marketing en la relojería, aunque no minimiza su valor, requiere renovarse.
No existe una buena profesionalización en lo referente a las técnicas de gestión de los negocios de joyería y relojería actuales.
En muchos casos, no existe el concepto multicanal de ventas. Falta peso en el canal online, donde su visibilidad es inferior a lo deseado a pesar, de ser un canal de venta en auge.
Es evidente la carencia en la renovación e innovación de la oferta. Así como la internacionalización del sector de la joyería española.
La imagen pública es escasa a nivel producto y promoción de la joyería media. Solo se reconocen y publicitan grandes firmas a las que no todo el mundo tiene acceso.
Carencia de liquidez financiera para afrontar nuevos proyectos a medio y largo plazo.
Se trata de un sector que se mantiene individualista y en la tradición de expansión local. Se mantiene a la expectativa en lugar de promover ideas.
Requiere de mayor formación para la venta, ya no es suficiente dadas las circunstancias actuales, con la experiencia en ventas habitual.
La competitividad se basa exclusivamente en el precio.
Enfrentarse a las amenazas
Como decimos, el sector de la joyería, ha experimentado un crecimiento, nada desdeñable, pero aun así, no esta exento de sufrir diversas amenazas con las que ha de lidiar.
Este sector se basa en una economía de supervivencia de los consumidores que invierten menos, debido al paro y la incertidumbre de la inestabilidad económica general.
Existe una presión que posiblemente aumente debido a las importaciones del mercado asiático que ofrece cada vez productos y artículos de mayor calidad, mejor diseño y precio inferior.
La crisis existente alrededor del mercado del diamante, en lo que respecta al corte y pulido de la gema.
Grandes marcas, generalmente relojeras, tienen una tendencia importante a centrarse directamente en el consumidor.
Ha habido un cierre generalizado en el sector por falta de liquidez por las crisis sufridas en los últimos años, incluyendo la del COVID.
Perdida del cliente turista debido a la pandemia.
Los consumidores se inclinan por productos alternativos como la bisutería.
Demasiado intrusismo en lo referente a la reparación de joyas, donde no existe mucha cualificación. Especialmente en el ámbito de la relojería.
La evidente crisis socio económica de los metales preciosos indispensables para la fabricación de joyas.
Falta de relevo generacional que dificulta la entrada en las nuevas tecnologías y canales de venta, punto fuente del público joven.
No sabes lo fuerte que eres hasta que ser fuerte es la única opción
Obviamente, hemos hablado de los puntos débiles y negativos que acechan al sector para poder hacer más evidente sus fortalezas. No se trata para nada de un sector en decadencia, aunque si, estancado. Veamos ahora cuales son las fortalezas de esta parte del mercado.
Cada vez es mayor la oferta formativa, la capacidad de producción y los aspectos artísticos como el diseño, más competitivo.
Se conoce mejor al consumidor local.
Sigue vigente el atractivo que posee la buena joyería como símbolo de status y posición social.
Permanece la asociación de las joyas a la propia expresión de la forma de ser de cada individuo.
La reestructuración del sector tiene hecho gran parte de su recorrido.
Pese a la falta de relevo generacional, existen nuevas generaciones de artesanos y diseñadores que poseen habilidades en marketing y cuentan con diseños muy originales.
Alza del turismo internacional de lujo.
Gran disponibilidad de nuevas tecnologías de diseño y fabricación que abaratan costes y minimizan tiempos de producción.
Estamos en un país con fuerte tradición joyera que se puede y debe seguir fomentando.
La joyería es adaptable a la moda urbana y deportiva.
Es posible fomentar la formación, actualización y reciclaje de los talleres, especialmente de relojería para ofrecer mayor confianza al cliente.
Detectar las oportunidades y cazarlas
Un buen empresario, sabe reconocer una buena oportunidad. El sector de la joyería no esta exento ni de buenos profesionales ni de oportunidades. Aquí una lista de ellas, a ver quién las caza.
Su corto rodaje en el mundo online, ofrece un amplio margen de crecimiento en el canal.
El gasto que los consumidores hacen en ocio y turismo decae con las crisis, pero invierten en otra serie de artículos como joyas.
Se puede hacer resurgir la joyería no como objeto de lujo si no como algo cotidiano, personal, favorecedor y con valor que no decae.
Mejorar en la gestión empresarial y aplicar nuevas técnicas de marketing y comercio digital y redes sociales.
Mejorar aspectos como los valores de trazabilidad y sostenibilidad puesto que las joyas, no generan residuos y son totalmente reciclables.
Propiciar una mayor y mejor internacionalización del producto.
Utilizar las nuevas tecnologías en provecho propio: reducir costes, ofrecer mayor personalización y eliminar intermediarios.
Volver a lo artesanal, al valor del oficio, es algo que se debe mantener y en este sector es posible, dentro de un mundo tan tecnificado.
Afrontar los proyectos de manera asociativa creando formulas para ello.
Mostrar el valor de la joyería y la gemología más allá de lo estético.
Invertir e incentivar la formación para abordar el mercado online.
Como se puede observar, se puede reinventar el sector, manteniendo su esencia y fomentando todas sus fortalezas en detrimento de las debilidades. Uno de los aspectos mas destacables y a los que más aluden los profesionales del sector, es la falta de regulación existente en lo referente a la formación. Convienen desde las diferentes asociaciones que, poseer o disponer de formación sobre cualquiera de las actividades que se vinculen al sector, debe ser obligatoria.
No se trata solo de vender, si no de saber lo que estas vendiendo. En muchas ocasiones, es cierto que los dependientes o dependientas de la joyería en cuestión, no saben lo que tienen en sus manos y, por tanto, no pueden venderlo como es debido.
No hay que olvidar que se trata de artículos y productos que comúnmente se adquieren como regalo y en muchas ocasiones, el cliente no sabe lo que quiere. Encontrar personal cualificado que sea capaz de orientar al cliente, explicarle el valor o significado de una joya en concreto o los cuidados que requiere, es bastante difícil en estos momentos.
Sin contar cuando vas en busca de un reloj y la única técnica de ventas que detectas es que quieren venderte lo más caro sin razón aparente. Si bien tal vez no sea necesario un grado universitario, si es conveniente que los profesionales vinculados al sector, sean de verdad profesionales, con cierta vocación y conocimientos. Esto ayudaría a fomentar las ventas que, por otro lado, como ya hemos empezado anunciando en este post, han sufrido un revival y un crecimiento bastante favorable, pese a las amenazas y debilidades que viene presentando en los últimos tiempos.
Posiblemente, superada totalmente la crisis de provocada por el coronavirus, el sector se adapte a las nuevas tecnologías y su crecimiento, no tenga límite.