La termografía es una técnica que permite determinar temperaturas a distancia y sin necesidad de contacto físico con el objeto a estudiar. Una revolución que está llegando a todos los sectores, como posteriormente veremos. Esta técnica permite captar la radiación infrarroja del espectro electromagnético, utilizando cámaras térmicas o de termovisión.
Es tan sencillo como conocer los datos de las condiciones del entorno, es decir humedad y temperatura del aire, distancia a objeto termografiado, temperatura reflejada, radiación incidente, y de las características de las superficies termografiadas como la emisividad se puede convertir la energía radiada detectada por la cámara termográfica en valores de temperaturas. En una termografía, cada pixel corresponde con un valor de medición de la radiación; con un valor de temperatura. A esa imagen se le puede definir como radiométrica.
Con la realización del estudio termográfico completo se puede realizar una comprobación tanto en envolventes, como en maquinarias y sistemas de distribución, con lo que se puede conseguir:
- Un mayor conocimiento de la instalación realizada en cuanto a su estado térmico.
- Conocimiento de las pérdidas existentes (fugas) y por lo tanto de posibles puntos de actuación.
- Ahorro debido a una mayor eficiencia energética de los sistemas evaluados.
Uno de los elementos más empleados es la cámara térmica. Una cámara térmica o cámara infrarroja es un dispositivo que, a partir de las emisiones de infrarrojos medios del espectro electromagnético de los cuerpos detectados, forma imágenes luminosas visibles por el ojo humano Estas cámaras operan, más concretamente, con longitudes de onda en la zona del infrarrojo térmico, que se considera entre 3 µm y 14 µm. Una cámara térmica o infrarroja permite ver la irradiación de una persona animal u objeto de lo que nosotros no podemos ver de lo que llamamos luz visible.
Orígenes
Originalmente fueron desarrolladas para uso militar en la guerra de Corea. Las cámaras fueron migrando de forma paulatina a otros campos tales como medicina o arqueología. Más recientemente, avances ópticos y el empleo de sofisticados interfaces de software han mejorado la versatilidad de este tipo de cámaras, por ejemplo, puede conocerse la temperatura corporal al instante, la cámara puede verificar si la temperatura es superior a la normal y se dispara una alarma sonora para que se identifique a la persona.
Desde Ibertronix, empresa líder en la fabricación de este tipo de cámaras, también informan de que esta aplicación es muy útil en la fabricación de cementos. Sí, como lo oyes. En este proceso es muy importante tener el máximo control del estado del horno rotatorio y del material que se está fabricando en su interior. Para ello es muy importante tener información tanto del exterior como del interior del horno rotatorio.
En casa
Para obtener un control exterior de la temperatura del horno disponemos de los sistemas KMS (Kiln monitoring system) que ofrecen un mapa de temperaturas del exterior del horno rotatorio. Gracias a las diferentes resoluciones de las cámaras termográficas, así como de las diferentes ópticas, se pueden ajustar a las necesidades de cada horno y del posicionado final de las cámaras.
De este modo se obtiene un mapa térmico de las temperaturas del exterior del horno y, gracias a su sistema de visualización 3D, podremos ver el estado del refractario a lo largo de todo el horno. Del mismo modo que es importante obtener la información del exterior del horno, también es de suma importancia poder visualizar y controlar el estado del proceso en su interior, de este modo obtendremos un control total del funcionamiento del mismo, maximizando el rendimiento en la fabricación de cemento.
En edificios
Como ves, la interpretación de las temperaturas superficiales puede indicarnos muchos datos sobre el estado de los elementos termografiados. El estudio de los sistemas de distribución puede alertar de las pérdidas energéticas que se producen por un mal aislamiento, alguna rotura o mal engranaje.
Al estudiar la envolvente en los edificios podremos conocer y/o estimar muchos de los problemas de la edificación: las pérdidas de energía, falta de estanqueidad, condensaciones, humedades, problemas de adhesión de morteros y plaquetas, soleamiento y temperatura sol-aire, etc. Ello nos permite conocer el estado de los edificios y advertir del potencial de mejora de los estos. Por ejemplo: fusibles quemados, sobrecalentamientos en bornas, malas conexiones, falta de aislamientos en edificación, humedades, fugas de agua, pérdidas de estanqueidad, intrusos, etc. Parece de ciencia ficción pero no lo es, es simplemente la termografía aplicada a los sistemas mecánicos.