¿Te ha pasado que terminas el día agotado y aún tienes una lista infinita de pendientes? ¿O que parece que liderar equipos es como intentar armar un mueble con instrucciones confusas?
La gestión del tiempo y el liderazgo no siempre son fáciles. A veces, parece que estamos corriendo en una rueda de hámster: mucho esfuerzo, pero seguimos en el mismo lugar.
Te lanzo una pregunta: ¿Qué crees que está fallando? ¿Es la manera en la que decides tus prioridades? ¿O quizá no estás delegando como deberías? Action Project, empresa de asesoramiento directivo y consultoría estratégica, nos lanza una serie de preguntas al aire de difícil respuesta… y te ayudamos con ellas.
¿Tienes barreras o limitaciones que te impiden avanzar en tu día a día?
Todos tenemos barreras. Algunas son internas: dudas, miedo a delegar, o esa constante necesidad de perfección. Otras son externas: procesos mal definidos, reuniones interminables o problemas en la comunicación del equipo. La clave está en identificar cuáles son esas barreras en tu caso. ¿Las has identificado ya?
Cuando me he encontrado en esta situación, lo primero que he hecho ha sido parar y reflexionar. ¿Estoy dedicando mi tiempo a las cosas que realmente importan? ¿Cuáles son esas tareas que aportan valor y cuáles puedo delegar? Y aquí es donde entra una figura clave: el Interim Manager. Un profesional externo puede ayudarte a analizar con objetividad tu situación, replantear procesos y eliminar esas barreras que tanto te limitan. Te sorprendería cómo una perspectiva externa puede traer claridad y soluciones efectivas.
¿Sientes que tu equipo no toma las decisiones que le corresponden?
Es una situación más común de lo que parece. Como líder, a veces sentimos que el equipo no da un paso adelante, y esto nos lleva a cargar con decisiones que no deberíamos tomar. Pero, ¿por qué pasa esto? ¿Tu equipo tiene claro cuáles son sus responsabilidades? ¿Les has dado las herramientas y el espacio para decidir?
En mi experiencia, este problema casi siempre se reduce a dos cosas: confianza y claridad. Si tu equipo no siente que confías en ellos, no se atreverán a tomar decisiones. Por otro lado, si no tienen claridad sobre sus objetivos y funciones, también se paralizarán.
Aquí también el Interim Management puede ser clave. Este profesional te ayuda a estructurar mejor a tu equipo y trabaja directamente con ellos para empoderarlos y motivarlos. A veces, una voz externa logra desbloquear aquello que llevabas tiempo intentando cambiar sin éxito.
¿Te sientes desbordado?
Esa sensación de no llegar a todo es agotadora. Si estás desbordado, probablemente sea porque intentas abarcar demasiado. Pero, te pregunto: ¿por qué no si detienes el ritmo y haces una revisión honesta de tus prioridades?
Yo he estado ahí, y lo que me ha ayudado ha sido hacer tres cosas muy concretas:
- Establecer prioridades claras: No todo es urgente ni igual de importante. Si todo es prioritario, entonces nada lo es. Dedica tiempo a identificar lo esencial.
- Aprender a delegar: Esta es una de las habilidades más difíciles de desarrollar, pero también una de las más necesarias. Recuerda: delegar no es perder el control, es confiar en las personas que has elegido para tu equipo.
- Buscar apoyo profesional: Un Interim Manager puede ayudarte a organizar tus tareas y optimizar tu tiempo. Este tipo de profesional no solo soluciona problemas inmediatos, sino que te deja herramientas y sistemas que te ayudan a gestionar mejor a largo plazo.
La pregunta es: ¿estás dispuesto a dar el paso y pedir ayuda?
¿Te sientes atrapado en un ciclo de decisiones urgentes?
Es una situación común: comienzas el día con planes claros, pero al final del día, solo resolviste problemas urgentes y no tocaste lo importante. ¿Por qué sucede esto? Muchas veces, es porque no hemos definido límites claros ni priorizado lo suficiente.
Para salir de este ciclo, necesitas ser consciente de cómo utilizas tu tiempo. Lleva un registro durante una semana: ¿cuánto tiempo dedicas a tareas de verdadero valor? Si descubres que estás atrapado en la urgencia, necesitas redefinir tus prioridades y proteger tu agenda de interrupciones innecesarias.
Un Interim Manager puede ayudarte a reorganizar tu flujo de trabajo y a identificar las tareas que realmente importan. Además, puede implementar sistemas para minimizar la frecuencia de esas urgencias que te roban tiempo y energía.
¿Te cuesta mantener el enfoque en tus metas a largo plazo?
¿Te ha pasado que terminas tan metido en el lío del día a día que ya ni recuerdas por qué empezaste todo esto? Es súper común. Nos dejamos llevar por apagar incendios aquí y allá, y cuando menos lo esperas, tus metas de largo plazo están juntando polvo en el rincón de los «algún día».
Ahora imagínate esto: ¿y si cada semana te regalaras un rato para ponerle pausa al caos y pensar en lo que de verdad importa? Un momento para revisar cómo vas con esas metas grandes, esas que te emocionaban cuando las escribiste en tu lista (o las pensaste mientras soñabas despierto). ¿Avanzas hacia ellas o solo estás sobreviviendo entre pendientes?
Esa pausa, aunque sea breve, puede cambiar el juego. Pregúntate cosas simples pero poderosas: ¿Esto me acerca a lo que quiero lograr o es solo ruido? Si la respuesta es ruido, next. Es hora de replantear en qué estás gastando tu energía.
Y si la cosa sigue sin fluir, aquí es donde entra el Interim Manager, que te ayudará a salir del laberinto. Es como tener un guía con GPS que no solo te saca de los atascos, sino que además te asegura que cada paso que des tenga sentido para el destino al que quieres llegar.
¿Te animas a intentarlo? A veces, con pequeños ajustes, la diferencia es enorme.
¿Sientes que estás trabajando mucho, pero logrando poco?
¿A quién no le ha pasado? Te dejas la piel cada día y, aun así, sientes que los resultados no llegan. Es como pedalear en una bici estática: mucho esfuerzo, pero sigues en el mismo lugar. Spoiler: eso pasa cuando no tienes claro qué es lo que realmente importa o cuando no estás midiendo si lo que haces está dando frutos.
Ahí es cuando toca hacer una pausa (sí, aunque no tengas tiempo) y preguntarte: ¿Qué significa el éxito en mi trabajo? ¿Estoy dedicándome a lo que de verdad importa o solo tachando cosas de mi lista para sentirme ocupado?
Y aquí va la verdad incómoda: estar ocupado no es lo mismo que ser efectivo. Sin prioridades claras, el agotamiento se dispara y los resultados, bueno… ni los ves.
Primero, necesitas tener claro cuáles son los indicadores clave (KPIs) que realmente importan en tu rol. Piensa en ellos como el GPS que te dice si estás avanzando o solo dando vueltas. Una vez que los tengas, enfócate como un rayo láser en esas tareas que de verdad impactan tus objetivos. Lo demás: delega, aplaza o di gracias, pero no gracias.
Si todavía sientes que necesitas un empujón extra, ahí es donde entra un Interim Manager. Estos cracks no solo te ayudan a establecer metas claras y medir resultados, sino que también optimizan tu forma de trabajar para que cada minuto cuente. Con ellos, no solo harás más, sino que sentirás que lo que haces tiene propósito (y eso, créeme, cambia todo).
Otros consejos para mejorar tu gestión del tiempo
- Organiza tu día en bloques de tiempo dedicados a tareas específicas. Esto te ayuda a evitar distracciones y te da una estructura clara.
- Dedica 30 minutos cada semana a revisar qué hiciste, qué quedó pendiente y qué puedes mejorar. Te da perspectiva y evita que te pierdas en el caos del día a día.
- Aprende a proteger tu tiempo diciendo no a tareas, reuniones o compromisos que no aportan valor.
- Usa herramientas de gestión como Asana, Trello o Notion para organizar tus tareas y las de tu equipo.
Recuerda, el objetivo no es hacer más cosas, sino hacer las cosas correctas.
Y, para eso, necesitas un plan.
El impacto del Interim Management
Quizás te preguntes qué hace diferente a un Interim Manager. En mi experiencia, el valor que aportan estos profesionales radica en tres puntos clave:
- Objetividad: Un Interim Manager llega sin prejuicios ni apegos a cómo siempre se han hecho las cosas. Esto le permite detectar problemas y oportunidades que tal vez no habías considerado.
- Rapidez: Estos expertos están acostumbrados a entrar en empresas, analizar situaciones y proponer soluciones en tiempos récord.
- Transferencia de conocimiento: No solo resuelven problemas, sino que también te enseñan y dejan sistemas implementados para que sigas mejorando después de que se vayan.
Es una inversión que va mucho más allá de lo inmediato. El aprendizaje y las mejoras que te llevas son valiosos a largo plazo.
¿Sabes ya cómo proceder?
Si has llegado hasta aquí, es porque quieres mejorar. Y eso ya es un gran paso. Reflexiona: ¿Qué está frenando tu progreso? ¿Estás dispuesto a cambiar tu forma de trabajar, a confiar más en tu equipo y a buscar ayuda cuando sea necesario?
Recuerda, no tienes que hacerlo todo solo. Potenciar tus habilidades directivas y gestionar mejor tu tiempo es posible, y no tienes que reinventar la rueda para lograrlo. Un Interim Manager puede ser ese aliado que te ayude a desbloquear tu potencial y el de tu equipo.
El tiempo es limitado, pero tu capacidad para liderar y avanzar no lo es.