Pocas acciones comerciales pueden potenciar tanto una marca como la creación de un perfume. Un artículo capaz de popularizar una marca personal o comercial, hacerla asequible al gran público y envolverla en un halo de glamur. Aunque esta marca poco o nada tenga que ver con la perfumería.
Para nada se imaginaba Coco Chanel la repercusión que iban a tener sus perfumes, cuando en 1921 sacó su fragancia Chanel N.º 5. La artista visionaria de la moda, pensó en el perfume como el complemento perfecto para la ropa. Un aroma capaz de cubrir el cuerpo de la mujer con un estilo distintivo, como cubrían sus telas, la piel de sus clientas.
En los locos años 20, las fragancias de Chanel causaban furor. Coco Chanel marcó una época. Sus diseños informales y ligeros liberaron a la mujer de la opresión de la encorsetada moda Belle Époque. La mujer tenía por primera vez derecho a disfrutar en público. A expresarse libremente con su cuerpo.
Aunque la moda de Chanel creó tendencia, no nos podemos olvidar que ella era una diseñadora de alta costura. Sus creaciones solo estaban al alcance de un pequeño puñado de afortunadas que se lo podían costear.
Esto no sucedía con sus fragancias. Fabricadas en serie y asequibles para un público más amplio. Las fragancias de Chanel sobrevivieron a su creadora. Los diseños de sus vestidos solo los podemos ver en los libros de historia o en algún museo de la moda. Mientras que su perfume Chanel N.º 5 se continúa vendiendo en las tiendas 100 años después de su lanzamiento.
Empresas que lanzan perfumes.
Los perfumes y la moda están estrechamente ligados. Desde que Chanel creara sus fragancias, prácticamente todas las casas de alta costura han desarrollado una línea de perfumería: Cristian Dior, Dolce Gabbana, Yves Saint Laurent, Carolina Herrera. Para algunas de estas marcas, la perfumería representa entre 20 y un 40% de la facturación total.
Pero no son las únicas. La marca de joyería catalana Tous tiene su propia línea de perfumes. Igual que sucede con el mundo de la alta costura, los perfumes Tous consiguen extender el espíritu de la marca y alcanzar un público más amplio del que abarca con sus joyas exclusivas.
En las marcas de ropa deportiva, Adidas fue la primera empresa en poner en el mercado su propia colonia. La idea era llegar a un público masculino joven, dinámico y deportista, que ya se sentía identificado con sus prendas de deporte.
Como sucede en todos los sectores comerciales, Adidas abrió brecha y las empresas competidoras siguieron su estela. Puma sacó su línea de perfumes y la multinacional Nike intentó hacer lo mismo.
Como reconoce el periódico El Economista, hoy, las colonias deportivas de Nike se han retirado de los estantes de las perfumerías de medio mundo. La razón de ello es que han tomado el nombre de la marca de un laboratorio español, Campomar, que lleva fabricando su colonia Nike desde 1940. Una empresa andaluza, dedicada exclusivamente a los perfumes, minúscula en comparación con el gigante norteamericano y que ha hecho valer los derechos de su marca registrada.
Las celebridades y los perfumes.
Como cuenta la revista Mujer Hoy, Audrey Hepburn fue la primera actriz de Hollywood en sacar un perfume. Era 1953, la actriz solo tenía 26 años. La idea de sacar una colonia personalizada salió casi por casualidad, durante el rodaje de la película Sabrina, dirigida por Billy Wilder y coprotagonizada por Humphrey Bogart.
En una de esas animadas cenas que Billy Wilder organizaba durante el rodaje, Audrey que era una mujer inquieta comenzó a fantasear con Hubert de Givenchy, el diseñador de vestuario, sobre la posibilidad de sacar una colonia que representara el espíritu de la protagonista. ¿Qué colonia llevaría Sabrina si fuera real? Así nació Cool.
Para darle forma a la fragancia, Hubert habló con el perfumista francés Francis Fabrón. El perfume resultante se adaptaba completamente a las indicaciones de la actriz. El diseñador de moda y su hermano presintieron que aquel perfume podría triunfar en el mercado. Por lo que le pidieron permiso a Audrey Hepburn para comercializarlo. La actriz cedió su imagen para promocionar la fragancia.
Habría que esperar casi 10 años para que Elisabeth Taylor diseñara un perfume a medida. Se lo encargó al perfumista Jean Desprez. Lo financió de su propio bolsillo y se lo ponía con frecuencia. El perfume se llamaba “Bal à Versailles”, y al final accedió a comercializarlo. En la actualidad, la actriz tiene en el mercado una veintena de fragancias, entre las que se encuentran Passion y White Diamonds.
El actor español Antonio Banderas eligió la perfumería para dar el salto al mundo de la empresa. Fue con “Diavolo” y lo sacó en 1997. En varias entrevistas, el actor malagueño ha reconocido que sacar el perfume ha sido una de las decisiones más meditadas de su vida y una de las que se siente más orgulloso.
Desde entonces, no son pocos los actores, actrices, cantantes y deportistas que han sacado su propio perfume. Uno de los últimos, Rafa Nadal, pero no es el único. Tienen perfumes Cristiano Ronaldo, David Beckham, Shakira, Jennifer López y un largo etcétera.
¿A qué empresa le puede interesar sacar un perfume?
Debes saber que para sacar un perfume no es necesario ser una casa de alta costura o un personaje superfamoso. Hay muchos laboratorios de perfumería que elaboran fragancias por encargo.
La instagramer Negin Mirshaley, hija de una peluquera y de un apicultor, sacó su propia línea de cosmética capilar, entre la que se encuentra su colonia Guisou. Esta guapísima morena es famosa por sus fotos y vídeos en los que luce su larga cabellera. Sus más de 7 millones de seguidores fueron el mercado inicial para vender sus productos. Hoy, sus colonias se pueden encontrar en algunas perfumerías.
Sacar una marca de perfume puede ser interesante para cualquier persona o negocio relacionado con el mundo de la moda o del deporte. O para una marca personal que tenga una comunidad de seguidores. No hace falta que sea tan numerosa como la de Negin.
El perfume hará que la marca se haga más popular y supondrá una fuente de ingresos extra. Al final, los consumidores, compran un perfume porque se identifican con la marca.
Todo lo que engloba un perfume.
Un perfume es mucho más que una sinfonía olfativa. Un perfume transmite un mensaje. Cuenta una historia. En una marca de perfume, al menos existen 4 elementos que se combinan entre sí para proporcionar una experiencia completa al usuario.
En primer lugar, tenemos la fragancia. Un líquido, que en contacto con la piel, despliega una serie de notas olfativas que reflejan un sentimiento, una sensación o un enfoque de la vida. Este trabajo lo realiza un laboratorio de perfumería y los olores que desprende deben estar en sintonía con el mensaje que se desea transmitir. El color de la fragancia es otro aspecto importante. Un elemento visual que atrae al comprador.
La fragancia se presenta en un envase especial. Un frasco de cristal, con una forma determinada que potencia el mensaje. El perfume es un artículo exclusivo y, por tanto, el envase debe ser distinto al de los otros perfumes.
El empaquetado, el packaging, también refuerza el discurso. La caja donde está guardado el frasco es lo primero que ve el cliente cuando llega a la tienda. Debe ser atractivo y sintetizar la historia que queremos contar.
Por último, el elemento que cierra el círculo es la publicidad. Si te das cuenta, ninguna publicidad de colonia te habla de olores. Lo que te cuenta es una historia con la que el comprador se puede sentir identificado o que aspira a emular.
Aunque una pequeña empresa o un emprendedor no tienen los medios para lanzar una campaña publicitaria como Carolina Herrera o Dolce Gabbana, sí debe trabajar el marketing para conectar con su público.
¿Cómo se crea la marca de un perfume?
Los perfumistas de Laboratorios Syrch, una empresa murciana experta en producir perfumes de marca blanca para empresas, nos cuentan que para crear un perfume son importantes tres pasos:
- La imagen. El perfumista debe hablar con la persona o empresa que le hace el encargo para entender qué perfume desea crear, qué mensaje quiere transmitir, a qué público va dirigido, y diseñar un producto que cumpla con las expectativas.
- El proceso de producción es fundamental. Para ello hay que utilizar productos de alta calidad, que no generen reacciones en la piel y que cumplan los estándares normativos. Como hemos visto, un perfume está compuesto por varios elementos. Hay que cuidar el envasado y el empaquetado para que estén en coherencia y proporcionen una experiencia integral.
- Documentación legal. Para colocar un perfume en el mercado hay que obtener una serie de permisos y certificados que acrediten que el producto cumple con la normativa vigente. Al mismo tiempo, es recomendable patentar el perfume para protegerlo de posibles copias.
Para una empresa, sacar una marca de perfume implica mayor prestigio y abrir una nueva fuente de ingresos.