Diseño de interiores: trabajo de artistas

Diseño y arte son sinónimos. No hay diseño que no tenga su parte de arte, ni obra de arte que no tenga diseño. La profesión de diseño de interiores, requiere de dotes artísticas, creatividad a espuertas y gusto por la decoración. Con estos tres elementos y las herramientas necesarias, un diseñador o diseñadora, hará posible la creación de espacios singulares, capaces de atraer y deleitar a todo el que se adentre en ellos.

Para muchos, decorar su vivienda, es un reto personal. Algo que quieren hacer por si mismos para dotar de personalidad a su vivienda. También es posible que no contemplen la posibilidad de contratar a un profesional el sector, por prejuicios o no darle importancia a los espacios en los que se mueve. Es decir, a muchos, la decoración no va más allá de los escaparates de la tienda o el folleto que ha encontrado en su buzón. Es lícito. Cada quien hace con sus espacios lo que quiere. Sin embargo, a todos nos pasa que entramos en algunos lugares, tiendas, oficinas o casas donde reina el gusto. Lugares de ensueño o creados para querer quedarse en ellos.

Son incontables las veces que entramos en espacios que acaparan nuestra atención por la forma en la que se disponen los muebles, adornos y objetos decorativos. Igualmente, puede suceder que se trate de espacios minimalistas en los que todo está en su lugar y no sobra nada más que sobriedad. Detrás de todos estos espacios, sean viviendas o lugares públicos, se encuentra la mano de un diseñador de interiores como puede ser Sebastián Bayona Studio, con quien hemos hablado sobre la labor del diseñador de interiores y las herramientas que utilizan estos profesionales para crear sus diseños.

Estos profesionales que van a la zaga del arquitecto, se encargan de diseñar los espacios de arriba abajo, siempre bajo la supervisión de quien contrate sus servicios. En su mano estar hacer realidad los sueños decorativos de sus clientes.

Lo que hace un diseñador de interiores

Del mismo modo que sucede con otras profesiones, como el paisajista, el desconocimiento de lo que realmente hace un diseñador de interiores, conlleva descartar sus servicios. A eso se añade la creencia popular de que son caros y ya se nos olvida que su existencia puede solucionarnos el problema de la decoración de la vivienda o el negocio. Sin embargo, la figura del diseñador de interiores es indispensable en según qué momentos. Nada como conocer sus funciones para querer contar con ellos en nuestra próxima reforma o cambio de mobiliario.

El objetivo de un diseñador, es diseñar, crear. En este caso, su misión es crear ambientes aprovechando el espacio al máximo y proporcionado una coherencia estética. Es decir, que todo se halle en equilibrio y armonía. Para lograr este objetivo, hay que tener en cuenta las necesidades de quien contrata sus servicios: su forma y estilo de vida, los gustos, el presupuesto… Teniendo en cuenta todo lo necesario, el diseñador, debe crear un proyecto de interiorismo en el que debe incluir planos, infografías, informes, materiales y presupuesto detallado de cada actuación que va a ser necesaria.

En algunas ocasiones, es necesario que se realicen ciertas reformas u obras en el inmueble, por lo que están plenamente capacitados para planificar y dirigir todo lo necesario. Esto incluye contratar servicios de arquitectura, albañilería, electricidad, fontanería, pintura, etc. a personal de confianza en el caso de que sea necesario.

A lo largo de todo el proceso, deben ocuparse de proyectar el mobiliario y la decoración que van a implementar en el inmueble. Todo esto, teniendo en cuenta los gustos y preferencias del cliente. Esto implica la inclusión de un proyecto completo de amueblamiento y decoración en que se encuentran claramente detallados los elementos de preferencia para decorar y amueblar el espacio. La compra e instalación de todo el mobiliario y la decoración, también es por cuenta del diseñador de interiores, aunque en este caso puede contar con un decorador de interiores para proporcionar mayor estética al resultado final. Aunque por lo general el talento del diseñador le confiere dotes de decorador.

A la hora de contratar un interiorista, pueden surgir numerosas dudas. Algunas de las razones que pueden hacer que la elección sea favorable, pueden ser las que citaremos a continuación con la finalidad de despejar las posibles dudas.

Puede ofrecer un servicio llave en mano. Es decir, un servicio integral de la reforma que abarca desde el diseño hasta la entrega de llaves. Asesora, planifica, coordina y supervisa el proyecto en cada una de sus fases manteniendo comunicación directa con el cliente. De esta manera, puedes despreocuparte totalmente del asunto y ahorrarte el tiempo que implican las visitas, buscar proveedores, etc.

Controlan el presupuesto de forma que se eviten los imprevistos y sobrecostes que siempre suelen darse en las reformas. Siempre buscará la mejor opción en lo que a soluciones técnicas, materiales, acabados y equipamiento respecta, en función del presupuesto.

El resultado final, gozará de una excelente armonía estética, pues se trata de un artista del diseño: combinar materiales, mobiliario, accesorios y colores es su misión. Sin olvidar la calidad de los proyectos y el resultado final de los mismos que será siempre, máxima.

Herramientas de un diseñador de interiores

Puedes tener mucho talento creativo y una excelente capacidad para imaginar los espacios y crear los ambientes, pero si careces de las herramientas adecuadas para plasmar tus ideas, no hay mucho que hacer. Por eso, todo diseñador de interiores que se precie, tiene a su disposición herramientas que facilitan su trabajo al mismo tiempo que lo simplifica. Eso no quiere decir que con una libreta y un lápiz no pueda hacer sus pinitos y empezar con los esbozos, pero a nivel profesional, es imprescindible contar con los siguientes accesorios y herramientas que harán posible dar rienda suelta a la imaginación.

En primer lugar, hablaremos de la parte más tecnológica: el software. Un buen programa de diseño es esencial para plasmar cualquier trabajo y darle la forma deseada. Esta herramienta imprescindible, es vital para cualquier diseñador de interiores. Permite a los diseñadores crear planos y hacer representaciones visuales de sus diseños. Los programas que pueden encontrar en el mercado son muchos, lo que proporciona versatilidad a la hora de trabajar, pues cada uno, cuenta con una serie de herramientas y prestaciones. Con estos programas, pueden crearse los modelos tridimensionales que permiten a los clientes comprobar el resultado final.

Elemental pero imprescindible es la cinta métrica. Esta herramienta es esencial a la hora de tomar las medidas precisas de los espacios a diseñar, las habitaciones, objetos a colocar, etc. Un buen diseñador de interiores, no saldrá de casa sin una cinta métrica que le permita asegurarse de que todas las proporciones y medidas son las más precisas y exactas. Para facilitar esta tarea, la tecnología cuenta con metros digitales que ajustan las medidas con precisión absoluta y evita desenrollar la cinta.

Que sería de un diseñador sin un tablero de dibujo. Los talentos creadores y creativos, cuentan con mesas de dibujo en lugar de mesas de despacho. Aunque indiscutiblemente, el software de diseño es una excelente herramienta de trabajo, un tablero de dibujo tradicional, es fundamental para un diseñador. De gran utilidad para realizar los esbozos y bocetos a mano alzada, realizar cálculos y mediciones precisos, etc.

Aprender no ocupa lugar y por esa misma razón, los diseñadores, nunca dejan de aprender. Un diseñador de interiores no puede prescindir de los libros de diseño que van marcando las tendencias y técnicas actuales del mercado en cuestiones de diseño de interiores. Estos libros son la fuente de inspiración y conocimiento necesaria para iluminar el talento cuando este, se apaga. Con ellos se aprende y se exploran diferentes estilos de diseño, así como su aplicación a cada proyecto.

Indispensable son las muestras de materiales. Disponer de las muestras necesarias y tenerlas al alcance de la mano, es fundamental para un diseñador de interiores. Las muestras permiten ver y tocar los diferentes tipos de telas, papel pintado, suelo o materiales que sean necesarios en cada proyecto. Tener las muestras permite asegurarse de que los colores y las texturas se complementan entre sí, del mismo modo que facilitan la elección de los que sean más adecuados para cada proyecto.

En la mesa de un diseñador, no pueden faltar todo tipo de elementos y material de dibujo: lapiceros, compases, reglas, rotuladores, marcadores, papel de diferentes tamaños… Verdaderamente, si no se puede plasmar la idea original, el trabajo no podrá fluir como debe. No hay que olvidar que el diseño, sea cual sea su finalidad, conlleva un proceso artístico y creativo que debe seguir un curso. El resto de herramientas son imprescindibles, pero seguramente, todos los diseñadores estarán de acuerdo en que sentar las bases en un papel en blanco, es la mejor manera de empezar. A partir de los bocetos, se puede trabajar con el ordenador para dar la forma definida al proyecto que se va a ejecutar y presentarlo de la forma más adecuada.

Sin duda, el trabajo del diseño de interiores, es algo más que un proyecto, consiste en la evolución de una idea creativa que cobra vida a través de sus diferentes fases.

 

 

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