Todas aquellas personas que han dedicado su vida a vender una clase de productos se habrán dado cuenta, a estas alturas de la película, que la manera que existe en la actualidad de llegar al cliente y de efectuar una de esas ventas no tiene nada que ver a la manera en la que solía llevarse a cabo una venta hace 20 años. Ha cambiado tanto la cosa que prácticamente ha sido necesario volver a aprender a vender debido a que ni ahora las necesidades son las mismas que había antes, ni en este momento los argumentos que eran válidos hace unos años funcionan.
La diferencia entre las dos situaciones la marca un elemento que ya todos conocemos o creemos conocer: Internet. Este es el verdadero responsable de que hayan cambiado tanto las tornas en los últimos años. La aparición del comercio electrónico ha supuesto un antes y un después a la hora de llevar a cabo tanto una compra como una venta. Las empresas han necesitado de la existencia de nuevos servicios y los compradores han tenido la posibilidad de acceder a los productos de una manera más sencilla y, sobre todo, más cómoda.
Pero ese comercio electrónico ha devenido en muchos más aspectos que afectan y afectarán en los próximos años a todos los negocios y a cada vez más personas. El ecommerce ha hecho que se desate una auténtica batalla logística, especialmente en lo referido a la última milla, tal y como relata en un artículo La Voz de Galicia. Esa batalla la lidera una entidad como Amazon, que cada vez entrega sus pedidos en menos tiempo. El Corte Inglés, que ya ha manifestado su intención de repartir pedidos en menos de media hora, y también Mercadona son los que siguen a la zaga del gigante del ecommerce.
El boom del comercio electrónico ha propiciado que muchas entidades hayan tenido que cambiar su estrategia de negocio de un momento para otro. El cambio no ha sido fácil para nadie porque el cambio no es sencillo ni intuitivo. Muchos comercios apenas disponían de un ordenador antes de que llegara esta tendencia y ahora se han visto obligados a desarrollar un completo sistema de venta online. No obstante, desde E-Ingenia afirman que son cada vez más los comercios que han encontrado una solución a todos los problemas que plantea este cambio y que ese es el motivo por el cual cada vez más tiendas y empresas se suman a la moda de vender por Internet.
Y lo hacen por una sencilla razón: el mayor volumen de negocio está ahí, en la red. Los compradores han visto clara la posibilidad de no tener que salir de casa para comprar y están exprimiendo un servicio como este al máximo en pos de su comodidad. Y no es para menos. Para ellos se trata de una simple cuestión de ahorro, un ahorro en cuanto a tiempo (cada vez más valorado entre los clientes de cualquier tipo de negocio) y, sobre todo, un ahorro económico que también es posible gracias al ecommerce.
¿Merece la pena asumir la inversión necesaria?
Es evidente que para cambiar el modelo de negocio es necesario, desde un primer momento, saber que eso implica una serie de costes fijos al principio. En el caso que atañe al comercio electrónico, y según los datos que maneja Eldiario.es, esa inversión al año es de 3000 euros, una cantidad que no es demasiado elevada teniendo en cuenta la gran rentabilidad que se le puede sacar a un servicio que ya se ha convertido en imprescindible para un buen porcentaje de las empresas que operan en el mundo occidental.
La respuesta a la pregunta que planteábamos un poco más arriba es, por lo tanto, afirmativa. No es que solamente merezca la pena asumir esa inversión, es que es un desembolso necesario para poder asumir ese cambio que venimos advirtiendo dentro del modelo de negocio de tantas empresas. Y es que, quien por ahorrarse unos euritos no apueste por el comercio electrónico, perderá millones en el futuro a corto y medio plazo. Ya hay muchos que se encuentran en esa tesitura y a los que les gustaría dar marcha atrás.
No cabe duda de que el futuro es el de Internet, las redes sociales y demás. Es la realidad que nos ha tocado vivir y que presenta un enorme abanico de posibilidades desde el punto de vista empresarial y para los emprendedores. Aprovecharse de ello es la mejor manera de colocar a una empresa no solo a la vanguardia tanto tecnológica como informática que existe hoy en día, sino también en la cabeza en lo que a rentabilidad se refiere.