Todos somos conscientes de la enorme influencia que ha tenido un elemento como Internet en nuestras vidas durante los últimos años. La red ya era casi casi imprescindible para nosotros durante el final de la primera década del siglo XXI, pero ahora su importancia se ha multiplicado por 100 debido, entre otras cosas, al enorme potencial que se ha derivado de un asunto como el ecommerce, que ha hecho que, para comprar casi cualquier cosa, estemos pendientes en todo momento de nuestro ordenador, de nuestra tablet, de nuestro teléfono móvil. Ahora podemos comprar en cualquier sitio: desde casa, desde el trabajo, desde un bar. La comodidad por bandera.
Un artículo del diario ABC del pasado mes de octubre ponía números al crecimiento del ecommerce en los últimos años. Según este artículo, la compra online había subido en España hasta un 24%, un crecimiento estratosférico en comparación con todos los demás tipos de compras o medios de pago. Simple y llanamente, el ecommerce no ha encontrado competidor en el último año ni en nuestro país ni en ningún otro. Lo que ha sido fundamental para ello es que se desarrollaran las herramientas necesarias como para hacer posible que la gente comenzara a ver en Internet un medio seguro de pago. Sin problemas, sin amenazas.
Resulta curioso seguir investigando y descubriendo cosas relativas al ecommerce. Podemos sorprendernos al comprobar que son todos los sectores los que han crecido gracias a él. La gente utiliza los medios digitales que se encuentran a su alcance para comprar absolutamente de todo: incluso ropa, un producto que todos quizá necesitamos probarnos con anterioridad a su compra para saber si realmente una prenda está hecha para nosotros. Y es que el poder comprar todo de una manera cómoda es más importante que cualquier otra cosa.
Otro de los sectores que ha mejorado su volumen de ventas en los últimos años no ha sido otro que el del mobiliario. Un artículo del diario El Economista publicado hace un par de años aseguraba que el comercio y la venta de muebles al por menor había crecido un 5% durante el año 2016, una subida que, aunque puede parecer discreta, ponía fin a una larga crisis en el sector. Ese aumento ponía sobre la mesa muchas cosas. La primera, que la recesión en el sector parecía estar tocando a su fin. La segunda, que el negocio había crecido gracias, en parte, a ese comercio electrónico del que venimos hablando en líneas anteriores.
Que el ecommerce ha sido uno de los principales impulsores del negocio del mueble desde hace un par de años es algo que, desde dentro del sector, ya no resulta extraño. Los profesionales de Dismobel así lo aseguran, poniendo en conocimiento de su entorno que, gracias a su página web, realizan un porcentaje muy grande de sus ventas. Y como ellos, prácticamente todas las entidades que operan en el sector. La gente se ha dado cuenta de todas las ventajas que implica tener a mano un elemento como Internet y no está dudando en ponerlas en práctica.
El tiempo, el valor más importante para los compradores
¿A qué nos referimos exactamente cuando hablamos de comodidad en la compra online? Uno puede pensar en la facilidad con la que le es posible acceder al producto que desea. Y, en verdad, ese es uno de los motivos que permiten catalogar como cómoda la compra online. Sin embargo, los factores son muchos más, y entre ellos se sitúa el del ahorro de tiempo por parte de los consumidores.
Sigamos con el ejemplo del negocio del mueble al por menor. Cuando una familia ha buscado tradicionalmente un mobiliario nuevo para su casa, se ha enfrentado a problemas como lo son la movilidad (ha tenido que visitar diferentes tiendas de muebles, que no tienen necesariamente por qué estar cerca de su vivienda) y de dinero (desplazarse en coche hasta esos lugares requiere de un importante gasto en gasolina). Gracias al ecommerce,esta serie de molestias tiene los días contados. Incluso ya no existen para mucha gente. Lo más sorprendente de todo es que este cambio se ha producido en un periodo de tiempo tan reducido que a veces resulta increíble.
Y da la sensación de que esto es sólo el principio. El dominio del comercio electrónico, de la compra por internet, acaba de comenzar y de momento no parece tener competidor. Si los compradores deciden adquirir productos tan sumamente importantes para su día a día como la ropa o los muebles de su casa a través de la red, ¿qué puede hacer que compren alguna otra cosa de manera presencial? La respuesta no es otra que nada. La digitalización, la informatización y la tecnologización de la sociedad ya son una realidad que todo lo absorbe.