Todo sector económico tiene una relevancia dentro de la organización de un país. Y la verdad es que hay que defender ese peso cueste lo que cueste, procurando que crezca y que, de ese modo, nuestro sector tenga mayor facturación, unos beneficios más numerosos y que emplee a la mayor cantidad de personas posible. Será así como sea posible garantizar un crecimiento de la economía: sector a sector, actividad a actividad, negocio a negocio. Será así como posiblemente se pueda garantizar un futuro que realmente sea prometedor y que ilusione a todo el mundo, que buena falta nos hace.
Hablaremos en este artículo de la industria, uno de los sectores que más importancia tiene en cualquiera que sea el país del que estamos hablando. La capacidad de emplear a personas, unida a la utilidad de aquello que se produce en el corazón de las fábricas, es fundamental para que la economía de una zona sea boyante y esté preparada para ofrecer buenas noticias a las personas que viven en ella. Con una industria potente, es mucho más fácil que la calidad de vida sea tan buena como queremos o como esperamos que sea.
Uno de los secretos que tiene un país como Alemania es, precisamente, la industria tan poderosa que tiene. Fue una de las claves para salir de la pobreza extrema en la que el país se había metido después de la I Guerra Mundial… y también fue una de las grandes razones por las que el país se reconstruyó rápido después del final del nazismo, en 1945. Y ahora, ya veis: hablamos del corazón industrial de Europa y uno de los centros industriales más grandes del mundo, con permiso de Estados Unidos o Japón.
¿Cómo se consigue eso? Lo cierto es que los alemanes lo han tenido claro en todo momento y han apostado por sistemas que han sido eficientes y que han facilitado que el trabajo sea lo más rápido posible. La eficiencia ha de ser siempre el objetivo prioritario en una empresa, pero en una fábrica es realmente lo que va a determinar si el proyecto que estamos sacando es exitoso o va encaminado al fracaso.
Apostar por la eficiencia es hacerlo por la tecnología y la maquinaria. La eficiencia de las personas que trabajan para una fábrica depende en buena medida de ello y no cabe la menor duda de que es imprescindible contar con herramientas y máquinas que sean, sobre todo, fiables. Que realicen la actividad para la que han sido configuradas de una manera óptima, de tal modo que los productos se fabriquen sin problemas y siguiendo los parámetros de calidad que hemos marcado y deseamos para garantizar su venta.
Es lógico que si a una máquina se le da uso diario en el seno de una fábrica, termine desgastándose de alguna manera o haya que acometer en ella algún tipo de reparación. La reparación de servosistemas, servodrivers o servomotores es una necesidad en el seno de esas fábricas de acuerdo a los datos que manejan en Tecnomotion Control. Y es en la reparación de ese tipo de problemas donde se encuentra la posibilidad de nuestras empresas industriales de conseguir mejoras en la productividad.
A fin de cuentas, que se produzca una avería en algún sistema es algo que puede pasar por cualquier motivo tanto en fábricas españolas como alemanas. Es cierto que no podemos estar continuamente así, pero lo lógico es que esto se produzca de manera puntual. Lo importante es que, cuando tengamos una incidencia, tengamos también la posibilidad de conseguir que se resuelva de una manera efectiva en el menor tiempo posible. Será así como podamos establecer patrones que nos conduzcan a una eficiencia que va a ser la base para que nuestra industria tenga la oportunidad de colarse entre las mejores del mundo. No habría un indicador mejor para demostrar que nuestra economía va camino de ser puntera.
¿Cuál es la situación de la industria en España?
Nuestro país siempre ha tenido su industria. No hemos sido nunca los mejores del mundo en este sentido aunque ha habido sectores, como el del textil, que sí que han tenido su importancia en el mercado internacional en algún momento de la historia. Eso sí: hemos pasado momentos verdaderamente difíciles. Habrá quien recuerde todavía la situación en la que nos encontrábamos durante la crisis económica que surgió en 2007 y que puso a toda nuestra economía en un brete. La verdad es que no fue una situación fácil ni mucho menos. Para muchas empresas, fue la situación económica más complicada por la que han pasado a lo largo de su historia.
Si echamos un vistazo a un informe publicado por la página web Statista y que habla del peso de los distintos sectores en España desde 2008 hasta 2022, vemos que la industria ocupa la segunda posición en cada uno de esos años. Su peso era mayor al principio que al final, pero es cierto que sigue siendo importante porque ha logrado mantener la situación y contener la caída provocada por esa crisis y que tantos problemas deparó a las empresas y trabajadores del sector.
Otro de los momentos delicados por los que ha tenido que pasar la industria española ha sido la pandemia. No cabe la menor duda de que fue un momento delicado para prácticamente todas las actividades empresariales, pero es cierto que en el sector industrial se notó especialmente la llegada del coronavirus. Quizá el único sector que no sufrió las consecuencias de esto fue el de la alimentación, que incluso vio mejoradas sus prestaciones.
Lo que sí es cierto es que la valoración general provocada por la pandemia fue bastante negativa. Eso es lo que se desprende de una noticia de compartirnos con vosotros a continuación y que fue publicada en el diario El País, en concreto en su sección Cinco Días. En ella se hace una comparación sobre el peso que tenía la industria española en el PIB en el año 2000 y el peso que quedó tras la llegada de la pandemia, en 2020. Del 18’7% del primero de esos puntos se pasó al 14’69% del segundo, una caída que es verdad que no podemos atribuir solamente al coronavirus.
La tecnología, que es una bendición para este tipo de sectores, es la que debe servir también para que este negocio recupere los datos que tenía en décadas anteriores. Lo cierto es que la situación no es alarmante, es lógico que haya caído el impacto de la industria sobre el PIB porque España es un país en el que el sector servicios es el rey absoluto de la economía, pero la industria tiene que seguir agotando vías para crecer. La tecnología, y especialmente la tecnología industrial, es la que más nos puede ayudar en este sentido.
Afortunadamente, esa tecnología industrial está más trabajada que nunca y permite que haya posibilidades que antes no podíamos ni tan siquiera imaginar. Esa es la gran ventaja con la que cuentan miles y miles de fábricas que operan en industrias diferentes y que, sin duda, encuentran maneras mucho más eficaces de trabajar y de sacar todos sus pedidos adelante. Hay que aprovechar la edad de oro que está viviendo la tecnología en términos generales para hacer mejor la vida de las empresas de corte industrial y la de las personas que trabajan en ellas.
Todo el mundo tiene claro que la industria es uno de los sectores que marca la diferencia en lo que respecta a la grandeza de sus economías. Todos aquellos países que tienen industrias potentes, disponen de economías sólidas. Hemos hablado antes en este artículo de un país como Alemania, que es uno de los mejores ejemplos que podemos encontrar para esto. Estados Unidos y Japón también merecen ser mencionados. Y huelga decir que Europa suspira por conseguir una mejora sustancial en términos industriales porque sus dirigentes son conscientes de la relación que hay entre economía e industria.
Estamos convencidos de que esa relación que existe entre la economía y la industria va a seguir siendo muy grande. Lo es hoy y lo ha sido siempre, desde la Revolución Industrial que se originó en Inglaterra y que provocó que este país fuera la principal potencia economía en todo el mundo hasta el final de la I Guerra Mundial. Desde entonces, la principal potencia en materia económica de todo el mundo ha sido Estados Unidos, que también ha cimentado en la industria ese dominio.
Es cierto que España todavía puede dar más en materia industrial, pero no creemos que se estén haciendo mal las cosas en el interior de nuestras fronteras. Las empresas que se encuentran dentro de este sector están apostando por la tecnología y lo están haciendo bien, obteniendo beneficios y siendo rentables. Continuar trabajando de esta manera seguirá proporcionando buenas noticias y permitirá que España sea un referente industrial dentro de la Unión Europea. Estamos seguros de que así va a ser más tarde o más temprano.